PEREGRINACIÓN A TIERRA SANTA 2023

Teresa Alastuey Pérez

Hay lugares que soñamos visitar, al menos, una vez en la vida; y como todo tiene su momento… ¡Al fin he podido hacer realidad mi deseo de viajar a TIERRA SANTA!

Tengo que decir que no ha sido un viaje, ha sido una peregrinación. Una peregrinación, diría yo, de los sentidos corporales y paralelamente, de los espirituales.

VISTA:

Citando a San Pablo: “Algunas escamas se nos han caído y hemos visto con los ojos del Espíritu”.

No sabría decir: ¡Cuántas imágenes me vienen a la mente cuando cierro los ojos!

¡Cuántas fotos guardan los lugares y momentos que hemos vivido estos días!

Jn 20, 29; Mc 8,18; Lc 18, 41-43; Jn 9, 7; Hch 9,8 ; Jn16,16; Hch 9,18

OÍDO:

Diferenciar entre oír y escuchar.

En armonía, guardo la mezcla de sonidos que me han llamado la atención; sonidos de la llamada a la oración, músicas diversas, conversaciones en diferentes idiomas.

Mc 8,18; Lc 8,8; Hch 2, 5-12; Lc 6,27

“El que tenga oídos para oír, que oiga”.

OLFATO:

El incienso de los templos y la mezcla de olores en los zocos; el olor a mar como el Mediterráneo, tan cerca en ocasiones.

Lc 7, 46-47; Mt 2, 10-11; Lc 24,1

El perfume de Jesús nos ha congregado provocando un encuentro Ecuménico.

GUSTO:

“No sólo de pan vive el hombre”.

Hemos comido muy bien, eso sí, adaptándonos a otras costumbres y conociendo otra forma de alimentación, incluso del alimento básico como es el PAN.

Jn 4, 13-15; Jn 6, 35; Mc 14, 22-25; Lc 4, 4; Lc 9; 13-17.

La repostería maravillosa, los dátiles, el aceite, la miel…

TACTO:

¡Las manos! ¡Cuántas cosas pasan a diario por y entre nuestras manos: manos para asear, para comer, para abrazar, para saludar.

Manos para poder tocar la estrella que marca el lugar del nacimiento de Jesús, para tocar la roca en la que clavaron su Cruz, la piedra en la que depositaron su cuerpo…

Las diferentes temperaturas pasando de lugares bajo el nivel del mar (Tiberiades) a Jerusalén, que nos recibió con lluvia y frío.

El viento se hizo también presente en la Eucaristía en el desierto. Sopló como si el Espíritu Santo quisiera dejar evidente su presencia entre nosotros.

Lc 7, 14; Lc 8, 43-44; Jn 20,27; Hch 2, 1-2

Las celebraciones Eucarísticas en la barca, como en el mar de Galilea y en los diferentes y elegidos lugares, nos han emocionado a todos. Estos días hemos sido una pequeña Comunidad Cristiana en Tierra Santa.

En la parte Espiritual, acompañados y guiados por José Ignacio: todo detalles por su parte.

¡Cuánta labor lleva organizar una peregrinación de esta manera! Nos ha entregado un recuerdo de cada celebración de la Eucaristía y renovación de Sacramentos. Nos hemos sentido Iglesia en la tierra de Jesús.

Ronit, ¡Qué decir! Muy especial y gran profesional.

Un grupo humano maravilloso: hemos rezado y disfrutado de una experiencia inolvidable.

Doy gracias a Dios y a todos los que han hecho posible que se haya cumplido mi sueño.

Muchas gracias.

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