MI EXPERIENCIA EN TIERRA SANTA. Peregrinación Diocesana a Tierra Santa. 13 al 20 de Septiembre de 2011
Del día 13 al 20 de Septiembre he visitado Tierra Santa. Ha sido con un grupo organizado por el Obispado de Huesca. Tras 8 días recorriendo Galilea, Judea, Belén, Jerusalén… debo decir que ha sido el viaje más inolvidable y enriquecedor de mi vida.
Mi visita a Tierra Santa es una vivencia íntima y diferente. Son muchas las situaciones, los lugares, las evocaciones… y en cada uno te sientes tocado de forma diferente. Cuando paseas por los lugares donde Jesús nació, creción, vivió, predicó, sufrió, murió y RESUCITÓ, cuando celebras la Eucaristía en entornos tan evocadores, el Evangelio suena de otra forma y la oración se vive en primera persona.
Hay muchos momentos, pero pasar por Nazaret, Belén, el Jordán (donde renovamos las promesas de nuestro bautismo)… deja una huella imborrable. Aunque lo mejor estaba por llegar: en JERUSALÉN. La ciudad nos recibió con los brazos abiertos.
Jerusalén es otro mundo. Con sus religiones, colores, olores… Lo que más me impresionó fué el Monte de los Olivos, tan majestuoso. En el Huerto de Getsemaní, donde se encuentran olivos de más de dos mil años, en especial en el interior de la basílica, en el lugar de la Agonía de Cristo, en esa noche de Jueves Santo, en esa roca desnuda que de tan duros momentos nos habla, allí mi corazón se inundó de una paz que nunca había sentido. Por la noche en el recinto de los olivos, en la Hora Santa, rebosó todo mi ser y el gozo y el sosiego colmaron mi espíritu por completo.
El momento cumbre fue adentrarme en el Santo Sepulcro, dentro del cual celebramos la Santa Misa, esto trajo a mi mente sentimientos de gratitud y alabanza difíciles de expresar. Bien lo sabeis todos los que me acompañabais. Sobre todo era Su presencia. Se puede sentir Su cercanía en el Santo Sepulcro.
Este viaje supone un punto y aparte en mi vida. Es un viaje de los que dejan huella.
Mi experiencia del viaje a Tierra Santa merece ser contada y si puedo… repetirla.
Quiero dar las gracias a todo el grupo, a Nacho por lo bien organizado y a nuestra guía Ronit por lo bien explicado.
Manoli Manjón.